Crítica: "I am not a serial killer"
John Wayne Cleaver es un adolescente obsesionado con los asesinos en serie que, pese a sus tendencias sociópatas, hace todo lo posible para no convertirse en uno de ellos. Cuando el frío pueblo del Midwest americano donde vive se ve acechado por una ola de sangrientas muertes, John decide perseguir al culpable, bajo la amenaza de descubrir que él es mucho peor que su enemigo.
Ficha:
Género: Terror, Thriller, Fantástico
País: Irlanda
Año: 2016
Duración: 104 minutos
Director: Billy O’Brien
Guion: Christopher Hyde, Billy O’Brien (Novela: Dan Wells)
Reparto: Max Records, Christopher Lloyd, Laura Fraser, Karl Geary, Bruce Bohne, Matt Roy, Morgan Rysso, Ryan J. Gilmer, William Todd-Jones, Tim Russell, Joel Thingvall, Lucy Lawton, Molly Gearen, Sally-Anne Hunt, Emmylou Barden
Crítica:
No es ninguna sorpresa deciros que, desde hace unos cuantos años, muchas de las mejores y/o más interesantes cintas de terror/fantástico que hemos podído disfrutar, han venido de la mano de la industria del cine independiente. Este es el caso de “I am not a serial killer”.
Basada en la novela del mismo nombre de Dan Wells, y dirigida por Billy O’Brien (“Isolation”) la película se mueve entre géneros como el thriller, el terror sobrenatural o el fantástico para ofrecernos una historia y ritmo muy propio de las clásicas cintas de los 80, eso sí, con un hilo de tristeza que nos acompaña a lo largo de toda la cinta y que, si bien muchos no han dudado en criticar este punto por tacharlo de aburrido, nosotros lo destacamos como un punto muy original que le da un nuevo estilo a este tipo de historias.
Otros muchos han criticado de la cinta el no encontrar más elementos propios del cine gore o de terror explícito, desde aquí creemos que se confunden al mostrar como una debilidad este hecho, ya que el film es una muestra de como hacer un cine mucho más intimista e inusual al de otras grandes produciones, dominando el ya mencionado salto entre géneros, pero no dejando de lado un gusto hacia el fantástico más clásico que a veces no encontramos en otras cintas con mayor presupuesto.
Dentro de los elementos que domina con maestría está el de mantener sin aburrir la conjunción entre escenas impactantes y golpes de efecto visuales, con escenas mucho más pausadas y diálogos entre los personajes, el ritmo y utilización de la música no es para nada aburrido, más bien ayuda en que nos vayamos zambullendo en la historia de estos personajes, conociéndoles mejor y empatizando algo más con cada uno de ellos. La dicotomía en el desarrollo de cada personaje es además otro de sus puntos fuertes, no nos encontramos ante una película simple en cuanto a entender qué está bien o mal, baila entre estos claroscuros haciendo de ello su punto fuerte.
Otro de los grandes logros de la cinta es el no pecar de pretenciosa, “I am not a serial killer” es sencilla en sus recursos e interpretaciones, pero no por ello nos encontramos con malos efectos visuales o interpretaciones pobres, todo lo contrario. Destacar en el apartado de los efectos visuales el cuidado a la hora de llevarlos a cabo, se puede distinguir un trabajo muy al estilo del cine de la década de los 80/90, sin abusar del uso del ordenador, lo que le da un estilo muy parecido a clásicos como “Cuentos asombrosos”, hecho éste que beneficia y mucho en la ambientación de la película.
Por sacarle alguna pega a la cinta de Billy O’Brien, comentar que se echa de menos un poco más de profundización en la relación del jóven John y el anciano Crowley, es éste el hilo conductor de la película y a veces parece como si el director no quisiera ir un paso más allá en explicar algunos sentimientos.
Volviendo a los éxitos de la cinta comentar el tratamiento del personaje de John y del “mundo de la adolescencia”, haciéndo con su interpretación un reflejo muy acertado de los sentimientos de sociopatía y aislamiento muchas veces existentes en esta etapa de la vida, que hacen que su personaje resulte muy creíble. ¿Quién no ha sentido muchas veces en esa etapa de su vida que no encontraba su sitio y mucho menos a las personas adecuadas con quién compartir sus inquietudes o pasiones?
El trabajo actoral en su dúo de protagonistas es muy destacable, como cabría esperar nos encontramos ante un Christopher Lloyd (“Regreso al futuro”,“La Familia Adams”,"¿Quién engañó a Roger Rabbit?") que cumple de sobra con su papel de anciano reservado pero a la vez campechano y cercano con John, personaje que interpreta de manera fantástica el jóven actor Max Records, quién lleva el peso de la película en muchísimos momentos de la misma, y que ya nos confesó su director Billy O’Brien en el pasado Festival de SITGES (donde presentó la cinta), tuvo muy claro desde el primer momento en que se presentó a las pruebas de casting que él sería el elegido para dicho papel.
Preguntado el director en el Festival además por la trayectoria de dicho actor, el director comentaba que no se trata de un actor nobel en absoluto sino que Max Records ya cuenta con una larga experiencia en el mundo del cine. Recordar que participó como protagonista en la también adaptación a la gran pantalla de “Donde viven los monstruos”, con sólo 12 años.
La película se ha ido haciendo hueco en el mercado internacional tras su paso por diversos festivales: El Festival de cine de Toronto, el British Independent Film Awards (BIFA) en el que obtuvo tres nominaciones, el Festival de cine de Terror de Molins de Rei en el que obtuvo los galardones a Mejor película, actor y director en la Sección Oficial, y el ya mencionado Festival de Sitges, en el que pudímos disfrutarla, y donde se alzó con el premio a la Mejor película de la Sección Panorama.
Calificación: 7/10 (Muy interesante)