Crítica de "Alien: Covenant". La decepción
Más allá de los límites de nuestro Sistema Solar, en la búsqueda de un nuevo mundo a colonizar, la tripulación de la nave colonial Covenant, conformada por 2000 colonos y un androide, se embarcan en un largo viaje hacia su destino en el planeta: Origae-6. En su camino descubren una extraña señal procedente de otro planeta más cercano al de destino, el cuál resulta ser mucho más prometedor para llevar a cabo su misión, por lo que eligen cambiar de rumbo. ¿No os suena?
Director: Ridley Scott Reparto: Michael Fassbender, Katherine Waterston, Billy Crudup, Demián Bichir, Danny McBride, Carmen Ejogo, Jussie Smollett, Amy Seimetz, Callie Hernandez, Benjamin Rigby, Alexander England, Uli Latukefu, Tess Haubrich, Guy Pearce, Noomi Rapace, James Franco
Cinco años han pasado desde que Ridley Scott decidiera retomar la saga que en sus días fue vendida como “Tiburón, pero en el espacio”. Cinco años ya, desde que los que esperábamos el reencuentro con las raíces más puras y grandilocuentes de dicha saga se llevaran una tremenda decepción. Cinco años desupués de aquel desastroso estreno de nombre “Prometheus”, Ridley Scott lo intenta de nuevo, con la que es ya la segunda precuela de la saga del xenomorpho: “Alien: Covenant”.
¿En qué a quedado la cosa? Pues, como muchos ya nos esperábamos, aunque la cinta que hoy nos ocupa no ha llegado ni por asomo a estar a la altura de la entrega original, al menos nos parece que es sensiblemente más interesante que su hermana mayor, Prometheus, pero sigue sin estar a la altura de las expectativas.
“Covenant” es una película que sirve de nexo entre Prometheus y Alien. De hecho los guiños a las anteriores entregas se hacen evidentes conforme va avanzando el metraje y, aunque se llegan a introducir nuevos elementos a la mitología de la saga, el uso de ellos llega a ser bastante desacertado.
El principal problema del film es que el guión no termina de despegar del todo. De hecho, el desarrollo es tan previsible que cuando aparece algún elemento interesante, resulta demasiado facil imaginar lo que pasará a continuación y los únicos momentos verdaderamente impactantes aparecen tan temprano, que acaban por restarle intensidad al film. Todo ello hace que, en sus mejores momentos, la película no pase de ser un mero entretenimiento y a la larga acaba por hacerse un tanto aburrida.
Algo que siempre ha caracterizado a la saga (olvidandonos de Prometheus y la cuarta entrega “Resurreción”) es el terror atmosférico. Los momentos de acecho en la oscuridad en las que la tensión se hace palpable. Pero las pocas escenas de esta índole que existen no dejan de ser un claro guiño a las de la película original y se nota que en este sentido Scott no se ha esforzado en demasía, optando más por realizar un claro ejercicio de continuidad en lugar de tratar de sorprendernos. Vemos en estos casos mucha más acción que terror y, aunque esto no tiene por que ser necesariamente algo negativo, creemos que aquí ambas partes no llegan a lograr el equilibrio.
El protagonista indiscutible de la película vuelve a ser David, a quien ya conocíamos de la entrega anterior y que de nuevo es interpretado por Michael Fassbender, sirviendo de nexo entre esta entrega y Prometheus. Destacamos aquí que algunas de sus mejores escenas son conversacionales. En estas, pese a no exprimirse a fondo todo su contexto, el papel que realiza el actor hace que las palabras no caigan en saco roto.
No sucede esto con el resto de personajes, los cuales resultan mas bien poco interesantes y vacíos. Por ejemplo, Katherine Waterston, quien interpreta Daniels (la Ripley de esta entrega), queda relegada a un segundo plano, estando incluso por detrás del papel interpretado por Elizabeth Shaw en Prometheus. Los demás tripulantes tienen tan poco que exprimir que más bien parece que estén puestos ahí para que no falte la sangre. No destacan en nada en concreto, salvo en alguna que otra tragedia personal.
En resumen, el que esperase ver la redención de Ridley Scott ya puede volverse por donde vino. Alien: Covenant mejora en ciertos aspectos a su antecesora, pero aún le falta un largo trecho para poder compararse con las entregas clásicas de la saga, tanto a nivel de terror, como de acción. No creemos que sea un desastre absoluto, pero le faltan alas para echarse a volar.
Valoración: 5/10 ( Para verla un domingo en el sofá)